miércoles, 11 de noviembre de 2015

Palabras inaugurales de nueva rectora de la Universidad Metropolitana de Honduras

Mis primeras palabras son de agradecimiento a Dios por permitirme estar aquí y a ustedes, por acompañarme.
Mis palabras de agradecimiento se extienden a  la comunidad universitaria y a quienes depositaron su confianza en mi persona, para que conduzca y represente a la Universidad Metropolitana de Honduras durante los próximos cuatro años.
Manifiesto mi reconocimiento a quien hasta hoy rectoró la Universidad Metropolitana de Honduras, el Magister Ernesto Armando Enamorado Blanco, al equipo rectoral  y a todas las personas que le acompañaron en la construcción de la UMH. De ellos, unos nos acompañan y otros nos dejaron su recuerdo y contribución, lo que hace que siempre los tengamos presentes en la memoria institucional y personal.
Saludo a quienes aceptaron el reto de acompañarme en esta responsabilidad que asumo y que impone, como tarea fundamental y única para el cuatrienio, la integración de sus ideas y las mías para hacer de este acto, la piedra angular de una nueva etapa para la UMH. Son muy conscientes de las exigencias presentes y conocen que demando a mis colaboradores cercanos, dedicación al trabajo con cuerpo y alma.

Recordemos que nuestra institución nació como una idea que maduró en un entusiasta grupo de universitarios. Es el momento de brindar a nuestra Universidad un nuevo impulso para hacerla crecer, para convertirla en una gran universidad. Es el tiempo de incrementar su posicionamiento y para ello parto de una premisa esencial, el futuro no es un invento, es construcción. No estoy aquí para pedir cuentas de la gestión anterior, ni para juzgarla. Estoy, para colaborar desde la rectoría, con la edificación del futuro de la Universidad Metropolitana de Honduras con base a un compromiso con la transparencia y la eficiencia en la gestión. Soy consciente de la responsabilidad que asumo e igualmente soy consciente que ser electa Rectora de la UMH es, sin duda, un privilegio único.
Espero estar a la altura de esa confianza que se ha depositado en mi persona.

El contexto en el que se desenvuelve la educación superior del país tiende a ser cada vez más exigente y la situación económica del país golpea a unos más, a otros menos, pero ninguna persona o universidad escapa a esa realidad, como tampoco es ajena a la violencia, la discriminación, la exclusión y toda esa gama de limitaciones que impiden al hondureño desenvolverse para ser simplemente un ser humano, que disfruta su dignidad por el sólo hecho de existir. Desde una visión optimista del devenir, considero, que es deber compartido el  potenciar el desarrollo de los diferentes esfuerzos que se realizan para impulsar aún más la educación superior de Honduras, abriendo el abanico de la cooperación entre todas las universidades en el marco del respeto a la institucionalidad, al igual que a la de todos sus integrantes. Sé que es una tarea complicada, pero ser universidad es hacer valer la fuerza de la razón y también sé, que las ideas surgen cuando la dificultad aflora. De ahí que a los amigos de la Dirección de Educación Superior, del Consejo Técnico Consultivo y del Consejo de Educación Superior le digo: encontrarán en mi período rectoral, una disposición positiva y constructiva en beneficio de las iniciativas que propenden al desarrollo de la educación superior del país y cuando las ideas o planteamientos de la UMH sean diferentes a los de otras instituciones, nuestra actitud es y será, la de debatir con altura, en el marco institucional, las diferencias que existan o puedan suscitarse, respetando la diversidad.

A las instituciones hermanas aglutinadas en la ANUPRI, le reitero la posición de la Universidad Metropolitana de Honduras, de colaborar en todo aquello que propenda al desarrollo de la iniciativa del sector privado que representamos y que avanzamos para el beneficio de Honduras. A todas las instituciones de educación superior, públicas y privadas del país, les manifiesto que a criterio de la UMH, la cooperación inter universitaria y la internacionalización no son una opción, constituyen una obligación. Nuestra universidad se propone incrementar su vinculación con las universidades nacionales y por medio de redes de cooperación con las extranjeras como estrategia de internacionalización para facilitar la solidaridad universitaria y el intercambio de experiencias y de la riqueza del trabajo académico. Soy ferviente convencida que el esfuerzo que realicemos en la búsqueda de fórmulas de colaboración entre nuestras instituciones, vale la pena recorrerlo. Sí esa es la voluntad de todos los que participamos en el nivel de educación superior, y convencida estoy que así es, nos encontraremos caminando por la misma senda.

Señoras y Señores:
Entre los retos que enfrentamos como universidad, está la de mantener y potenciar la investigación. Para ello deberemos aprovechar el talento de los miembros de nuestra comunidad universitaria metropolitana para configurar un espacio de creatividad. Necesitamos apoyar la investigación con nuevos modelos de gestión, articular mejor la docencia y fomentarla en todos los ámbitos del saber y del quehacer universitario. Para ello, se requiere que los catedráticos comprendan que se deben a los estudiantes y que para ejercer su catedra necesitan profundizar y renovar sus conocimientos de manera permanente. De ahí la importancia de la investigación como la herramienta esencial del ser universitario. No le temo a lo desconocido.

Creo que la marca de identidad de una universidad es la calidad de su docencia, de su investigación y de la proyección de su cultura institucional. En una universidad creativa e innovadora, centrada en valores, capaz de inspirar a los demás. Así como en una universidad sensible a los problemas que aquejan a centenares de miles de compatriotas que poco a poco pierden el sueño de un mundo mejor.
Por ello, estimo que la UMH debe contribuir a recuperar a las personas que han perdido la esperanza, brindando servicios educativos accesibles y de calidad que les ayuden a abrir las puertas de la oportunidad. En lo personal, estoy convencida de que la mejor herramienta para combatir el desempleo y la pobreza es la educación y la apuesta por un nuevo modelo de producción basado en el conocimiento, la investigación y la innovación.
Gabriel García Márquez nos decía que la educación desde la cuna hasta la tumba debe ser inconforme, reflexiva e inspiradora de un nuevo modo de pensar en una sociedad que se quiere a sí misma. Y es que, si queremos entender la universidad del futuro, tenemos que pensarla como una comunidad de universitarios, liderada por universitarios, fuertemente vinculada con la sociedad. Una universidad humanista y contributiva, que pase de estar cerca a estar dentro, a ser parte de la resolución de las necesidades que nos plantea el entorno. Por lo anterior, personal directivo, docente y administrativo de la UMH, entendamos desde hoy que el criterio de mejora continua debe ser la máxima orientadora de nuestras actividades. Sólo así podremos volcarnos diariamente al incremento de la competitividad de nuestra institución educativa. Recordemos siempre que la institución que se disfraza y no se renueva, está condenada a la decadencia.

Mi empeño será el promover procesos de gestión que tengan más en cuenta a los destinatarios últimos de las decisiones que se adopten. Asimismo, nos volcaremos a buscar, aumentar y diversificar las fuentes de ingreso, manteniendo una política de austeridad y racionalidad en el gasto, pero sin olvidar lo esencial y sin detener nuestra proyección de una universidad en crecimiento. Convencida de que es necesario llevar la educación a los rincones más apartados, a los más olvidados, a los que esperan sólo una oportunidad para desarrollarse, vamos a continuar fomentando la educación a distancia al mismo tiempo que fortalecemos la educación presencial. Somos una universidad que cree en el derecho universal a la educación y por ello nació ligada a la extensión de la educación universitaria con el medio no urbano. Hoy, después de varios años en los que crecimos con una oferta académica que se mantuvo concentrada en el ámbito capitalino, hemos abierto el camino de la expansión. Nuevas carreras, serán desarrolladas en nuestros Centros Asociados, por lo que a ellos le confirmamos nuestro compromiso con la calidad de los procesos que se desarrollen, con la corrección de lo que sea necesario, y más aún, con el fomento de la excelencia y la transparencia. Directivos, docentes y estudiantes de los Centros Asociados, les acompañaremos más de cerca en todos sus procesos. El sistema presencial es objeto desde ya de mi atención prioritaria. Tenemos mucho que hacer. Tenemos que repensarlo. Hay ideas que están cobrando forma, pero la atención a nuestros estudiantes y su proceso formativo, al igual que a la calidad del servicio que les brindamos, merecen nuestra mayor atención.

La sociedad de la información en la que nos desenvolvemos, da lugar a nuevos desafíos y a la vez a nuevas oportunidad hasta ahora desconocidas de aprender desafiando puntos de vista y prácticas establecidas.

El desarrollo humano es un proceso de ampliación de opciones de la persona y hacia allí debemos caminar. Por ello aspiro a que nuestra universidad entregue a nuestros estudiantes las herramientas necesarias para que sean ellos los que descubran cuáles son sus talentos y sus habilidades y puedan así, determinar sus fortalezas y capacidades para emprender proyectos profesionales. Muchos podrán pensar que todo esto es un sueño. A quienes así piensen quisiera recordarles las palabras del gran escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien afirmaba que “la utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: para caminar.”
Señoras y Señores: El entorno en el que asumo esta Rectoría no es quizás el mejor, pero el mar en calma no forja a los mejores marineros. El reto es considerable, como también lo es la ilusión y mucho más la disposición que tengo, al igual que la del equipo rectoral que  me acompañará, para superar el mismo con la colaboración de toda la comunidad universitaria metropolitana. La rectoría no será para mí una carga, será una motivación para trabajar en pro de una universidad mucho mejor. No soy ingenua; conozco la complejidad de la tarea a cumplir, pero desde muy temprano entendí el valor de la educación para transformar el mundo. José Cecilio del Valle, afirmó que “la obra más grande entre todas las obras es la de crear; y la educación,  es una especie de creación.”

Quisiera concluir mis palabras dirigiéndome a los que comparten mi vida personal y profesional. Ellos han sido siempre sumamente generosos en su respaldo ante todas las responsabilidades que he asumido a lo largo de los años. Gracias Mario, gracias a mis hijos Yuri, Erik, Kurt e Ilse, por su apoyo y su amor, así como a toda mi familia, la que siempre está a mi lado.
Señoras y Señores, Dios les bendiga a todos ustedes y a mí, me brinde la fortaleza y la sabiduría para conducir a la Universidad Metropolitana de Honduras por mejores derroteros.

Muchas gracias.

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